La vida es demasiado corta para perdérsela: la historia de Ruth Astle sobre su "mal preparación" en el IRONMAN de Gales inspira a todos los participantes de cada grupo de edad.
En el mundo del triatlón, donde la preparación meticulosa suele considerarse la clave del éxito, la triatleta británica Ruth Astle da un paso audaz al competir en el IRONMAN Gales a pesar de estar "más mal preparada" que nunca. Su decisión desafía la creencia popular de que los atletas solo deben competir cuando están perfectamente preparados, ofreciendo importantes lecciones de resiliencia y la importancia de estar presentes.
Cuando la vida interrumpe los planes de entrenamiento
El camino de Ruth Astle hacia el IRONMAN Gales es una historia con la que muchos atletas de categorías de edad se identifican. Lesiones en la pantorrilla y la cadera han interrumpido su entrenamiento, dejándola con una preparación mínima: solo una sesión de natación en ocho semanas y solo cuatro semanas de carrera desde su último revés. Para una atleta profesional acostumbrada a un entrenamiento estructurado, este es un territorio desconocido. La sincera admisión de Astle en Instagram sobre su falta de preparación revela una vulnerabilidad rara vez vista entre los atletas de élite.
Más allá de los desafíos físicos, Astle enfrenta obstáculos emocionales. Perderse la clasificación para Kona por primera vez desde la pandemia marca un cambio significativo en sus prioridades, reflejando una lucha que muchos atletas enfrentan pero que rara vez hablan abiertamente.
El encanto del IRONMAN Gales
El IRONMAN Gales es legendario no solo por su desafiante recorrido, sino también por su atmósfera inigualable. Astle describe la carrera como tan atractiva como el Challenge Roth , su experiencia favorita. La magia comienza con el himno nacional galés resonando en el puerto de Tenby, preparando el escenario para un día de resistencia y espíritu de comunidad.
El recorrido en sí mismo es un rival formidable, con su recorrido en zigzag por las históricas calles de Tenby y las exigentes subidas alrededor de Saundersfoot. Sin embargo, es precisamente este desafío el que crea un sentimiento de camaradería y esfuerzo compartido, que trasciende el rendimiento individual.
Redescubriendo la alegría de las carreras
La decisión de Astle de competir a pesar de su falta de preparación refleja un cambio de la presión del rendimiento a la pura alegría de competir. Sus palabras resuenan en todos los atletas que han cuestionado su preparación: "Corro por todos los atletas de la tercera edad que se enfrentan a dificultades en la preparación para estos eventos, pero se presentan y lo intentan de todos modos".
Esta afirmación reconoce una verdad universal en los deportes de resistencia: la vida rara vez se alinea a la perfección con nuestros planes de entrenamiento . Sin embargo, el enfoque de Astle sugiere que presentarse con un propósito puede ser más significativo que una preparación perfecta. Corre "por diversión", reconectando con la alegría que la atrajo inicialmente al triatlón.
Las carreras como tributo
Un aspecto conmovedor de la trayectoria de Astle en el IRONMAN de Gales es su homenaje a sus amigos Vic Schofield y Sam O'Shea, fallecidos este año. Estos amigos fueron parte integral de su red de apoyo, y competir en su memoria transforma el evento de un desafío personal a un recuerdo viviente.
Las reflexiones de Astle sobre cómo llevar los recuerdos de Sam y Vic a lo largo de la carrera resaltan cómo la pérdida puede replantear nuestra perspectiva, haciendo que las carreras se trate de honrar las relaciones y encontrar la curación a través de la lucha compartida.
Abrazando la imperfección
La historia de Astle nos permite competir de forma imperfecta, un concepto que muchos atletas de resistencia necesitan desesperadamente. En una cultura obsesionada con la optimización, su enfoque resulta revolucionario. Sugiere un marco alternativo para la toma de decisiones:
- Comunidad por encima de competencia: competir junto a amigos que te apoyan en momentos difíciles.
- Experiencia por encima de optimización: buscando atmósfera y emoción en lugar de registros personales.
- El propósito por encima del rendimiento: competir por razones que trascienden los logros individuales.
- La presencia antes que la preparación: aparecer cuando la vida lo permite, incluso si el momento no es el ideal.
Para los atletas que buscan mejorar su experiencia el día de la carrera, consideren invertir en equipos de calidad como trajes de triatlón profesionales o gafas de natación de alta calidad que pueden aumentar la confianza incluso cuando el entrenamiento no ha sido perfecto.
Un cambio cultural más amplio
El enfoque de Astle en el IRONMAN Gales representa un cambio cultural más amplio dentro de los deportes de resistencia. A medida que los atletas priorizan cada vez más la salud mental y los enfoques sostenibles en la competición, su historia ofrece una guía para otros que enfrentan desafíos similares.
Los atletas profesionales tienen una enorme influencia en la participación y la cultura de las categorías de edad. Cuando alguien del calibre de Astle acepta una preparación imperfecta a la vez que mantiene la integridad competitiva, permite que los atletas recreativos adopten enfoques similares.
Conclusión: El coraje de presentarse
El viaje de Ruth Astle al IRONMAN de Gales nos recuerda que la valentía no siempre se trata de una preparación perfecta ni de un rendimiento óptimo. A veces, se trata de estar presente cuando la vida ha descarrilado tus planes, de competir por amigos que ya no pueden competir por sí mismos y de priorizar la experiencia sobre las expectativas.
Su historia valida a cada atleta de categorías de edad que alguna vez se ha sentido mal preparado, a cada competidor que ha superado dificultades personales y a cada persona que ha decidido presentarse a pesar de las circunstancias imperfectas. Mientras se prepara para "enfrentar al dragón" en Tenby, Astle lleva consigo las esperanzas y los sueños de innumerables atletas que entienden que la vida es demasiado corta para desaprovechar oportunidades importantes. Su carrera no se medirá solo por los tiempos parciales ni la posición final, sino por la valentía de aceptar la imperfección y la sabiduría de competir por las razones correctas.
Ya sea que estés pensando en tu primer triatlón sprint o en tu décimo IRONMAN, el viaje de Ruth Astle a Gales ofrece un poderoso recordatorio: a veces las carreras más significativas ocurren cuando dejamos de esperar las condiciones perfectas y comenzamos a aceptar la hermosa imperfección de simplemente presentarnos.