A medida que me acerco a la histórica edad de los 40, un hito que mi familia considera en broma como un "anciano", me encuentro reflexionando sobre mi trayectoria en el mundo del multideporte. Este año marca mi decimosexta temporada, testimonio de la inagotable pasión que siento por esta actividad agotadora pero gratificante. Sin embargo, el año pasado no terminó con una nota alta; en cambio, concluyó con un humilde viaje en un carromato de carne hasta la carpa médica durante el evento de Lake Placid, un duro recordatorio del desgaste físico que este deporte puede causar.
¿El culpable? Una combinación de mi propia terquedad y un sillín mal elegido me provocó una fractura de pelvis, una lesión que subraya la importancia de escuchar a nuestro cuerpo y las señales que nos envía. La recuperación ha sido un proceso lento y frustrante, con hitos medidos en minutos en la bicicleta y metros en la piscina, en lugar de las largas distancias que antes recorría con facilidad.
Este año, estoy adoptando una nueva estrategia. Planeo competir más, no menos, abarcando varios tipos de eventos. Puede parecer contradictorio dado mi reciente periodo en la lista de lesionados, pero hay algo irresistiblemente emocionante en alinearse en la salida, incluso si la meta ya no es la misma. Desde carreras ciclistas virtuales hasta competiciones de esquí alpino, estoy diversificando mis actividades atléticas para mantener la adrenalina y el ánimo en alto.
La recuperación ha adquirido una nueva importancia en mi rutina de entrenamiento. El dicho "el estrés es estrés" es más cierto que nunca, ya que la carga acumulada de las exigencias de la vida no distingue entre orígenes. Ya sea el esfuerzo de un entrenamiento de alta intensidad o la presión de una fecha límite de trabajo inminente, todo se suma, exigiendo al cuerpo un precio que debe compensarse con descanso y recuperación. Esta constatación ha cambiado mi enfoque del entrenamiento, priorizando la calidad sobre la cantidad y el sueño sobre el entrenamiento extra.
Al navegar por el laberinto logístico de la vida diaria, especialmente como padre que viaja constantemente entre las actividades de su hijo, la creatividad en la planificación de los entrenamientos se ha convertido en mi arma secreta. Cada día ofrece un nuevo rompecabezas de horarios y oportunidades, ya sea una sesión rápida en la máquina de electrocardiograma del YMCA o unas vueltas rápidas en las pistas de esquí mientras mi hija entrena con su equipo de carreras.
A medida que me adapto a las realidades cambiantes de mi cuerpo y sus capacidades, gestionar las expectativas se ha vuelto tan crucial como gestionar mi programa de entrenamiento. Puede que haya dejado atrás el sueño de asegurarme un puesto en el Mundial de Ironman, pero el impulso por competir y destacar en cualquier formato sigue intacto. Inspirado por las palabras de Toby Keith: «No soy tan bueno como antes, pero soy tan bueno como siempre», estoy decidido a encontrar ese «algo» en el que pueda volver a brillar, independientemente de la hora.
Este año se trata de adaptación, resiliencia y encontrar la alegría en el camino del multideporte. Se trata de fijar metas realistas sin dejar de soñar en grande, de escuchar a mi cuerpo y respetar sus límites sin mermar el espíritu competitivo que me ha impulsado durante casi dos décadas. Al mirar hacia el horizonte, no veo un atardecer, sino una serie de desafíos y oportunidades, cada uno con la promesa de triunfos personales y la dulce satisfacción de perseguir lo que nos hace sentir más vivos.
¿Cuál es el enfoque principal del artículo de Ryan Heisler “Un triatleta mira a los cuarenta”?
El artículo "Un triatleta mira a los cuarenta" de Ryan Heisler analiza las reflexiones del autor sobre ser un triatleta que se acerca a su 40.° cumpleaños, los desafíos de recuperarse de lesiones, adaptar rutinas de entrenamiento y mantener una mentalidad competitiva a medida que envejece.
¿Por qué Ryan Heisler planea participar en más carreras a pesar de recuperarse de una lesión?
Ryan Heisler planea participar en más carreras porque disfruta de la experiencia de competir y cree que participar en diversos eventos puede contribuir a lograr un buen resultado en sus objetivos. Esto le ayuda a mantener la motivación y a adaptar su entrenamiento para alcanzar objetivos más ambiciosos.
¿Qué estrategias emplea Ryan Heisler para la recuperación y el manejo del estrés?
Ryan Heisler enfatiza la importancia de dormir lo suficiente y controlar el estrés general. Incorpora entrenamientos cortos y de alta intensidad cuando está ocupado y prioriza el sueño para reducir el agotamiento y optimizar la recuperación.
¿Cómo adapta Ryan su rutina de entrenamiento a su estilo de vida?
Ryan adapta su rutina de ejercicios aprovechando el tiempo disponible durante las actividades de su hijo, concentrándose en sesiones de gimnasio con ejercicios de movilidad e incorporando opciones de ejercicios creativos como carreras SkiMo y carreras de ciclismo virtuales en su rutina.
¿Cuáles son los objetivos competitivos futuros de Ryan Heisler?
Ryan Heisler aspira a completar al menos un Ironman completo más y participar en otras carreras como la B2VT y las competiciones de SkiMo. Reconoce la disminución de la frecuencia de récords personales, pero mantiene la motivación para alcanzar nuevas metas.
#VidaDeTriatlón #ViajeDeRecuperación
Fuente:
https://www.slowtwitch.com/training/un-triatleta-luce-cuarenta/
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